jueves, 3 de abril de 2014

CÓMO HABLAR A TUS HIJOS DE LOS DESCONOCIDOS.

De cuando en cuando ciertas noticias (raptos, abusos sexuales) nos recuerdan la necesidad de inculcar a nuestros hijos la necesidad de ser precavidos ante las personas extrañas.

Esta necesidad es más patente cuando se trata de niños muy sociables y confiados; esos que, como suele decirse, «se van con cualquiera».
Una primera medida es no dejarles solos en lugares públicos, sobre todo en sus primeros años, cuando los niños dan muestras de viveza e independencia.
No debemos crearle excesivos temores
 
Hay que prever la posibilidad de que el niño pueda tener que afrontar solo algún imprevisto peligroso.
Para ello tenemos que encontrar un punto de equilibrio que nos permita no hacerle exageradamente desconfiado, lo que podría crearle un carácter temeroso y alterar su sociabilidad: no hay que hacer de nuestro hijo un ser huraño que desconfía de todo el mundo. Pero tampoco practicar la política del avestruz ignorando el riesgo.
 
Se le puede enseñar a evitar situaciones y personas potencialmente peligrosas sin crearle temores excesivos e innecesarios, de modo que pueda ser sociable y espontáneo, pero al mismo tiempo cauto. No hace falta contarle historias truculentas sobre «el hombre del saco».

No hay razón para que no devuelva la sonrisa o el saludo a un adulto simpático, pero hay que decirle muy claramente que no debe acompañar a un desconocido a ningún lugar y bajo ningún pretexto, ni aceptarle regalos o dulces, ni mucho menos acercarse a un vehículo para hablar con alguien. Y que si alguna persona le hace una proposición de este tipo debe correr a avisar a sus padres o, en su ausencia, a un adulto de confianza.
 


Un enlace interesante por si queréis tener más información:

http://www.serpadres.es/familia/vida-en-familia/cuidado-desconocidos.html



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