Un texto que nos hemos encontrado navegando por la red, esperamos que os guste.
En la Universidad de Padres on-line creemos que los padres tenemos dos tipos de funciones educativas: las funciones directas y las funciones indirectas. Entre las primeras, encontramos aquellas que realizamos directamente: cuidar, hablar, acariciar, jugar, instruir, llevar al parque, poner normas, etc. Las funciones educativas indirectas son aquellas acciones que llevamos a cabo para mejorar el entorno educativo de nuestros hijos: elegir y participar en la escuela, hablar con los maestros, conocer y cuidar las relación con sus amigos y con los padres de éstos, colaborar en la mejora del barrio; la participación en las AMPAS formaría, pues, parte de nuestros deberes educativos indirectos.
Un AMPA (Asociación de Madres y Padres de Alumnos) agrupa a las madres, padres y tutores de los alumnos que pertenecen a un centro educativo no universitario y que voluntariamente deciden unirse para la consecución de determinados fines y objetivos, entre los que destacan:
Intervenir en la creación del proyecto educativo de la escuela. | |
Mantener estrecho contacto con el profesorado. | |
Intercambiar ideas y experiencias con el resto de padres, maestros y buscar juntos soluciones a los problemas que se planteen, tanto referentes al alumnado como a los centros en general. |
DATOS DE PARTICIPACION DE LAS FAMILIAS EN LAS AMPAS | |
Familias inscritas en el AMPA | 57,5% |
Asistencia a actividades organizadas por el AMPA | 32% |
Asistencia a reuniones organizadas por el AMPA | 18,3 % |
Organización del AMPA | 4% |
*Fuente: “La Participación de las Familias en la Escuela Pública”.
Jordi Garreta Bochaca. CEAPA. Mayo 2008.
Entendemos que las razones de la baja participación son múltiples y que no sólo dependen de las familias: la dificultad de conciliar los horarios laborales con los escolares, la sobrecarga de tareas de las madres y padres trabajadores unido a la falta de tiempo, la cultura del individualismo y la falta de hábitos participativos y asociativos. Sin embargo, algunos padres implicados en la organización de las AMPAS declaran que las dificultades para llevar a cabo con éxito algunos proyectos son consecuencia de las críticas negativas y poco constructivas de los padres, que no participan activamente en las AMPAS, pero son beneficiarios de las actividades que éstas organizan.
No está en nuestro ánimo señalar posibles culpables, sino encontrar soluciones que permitan aumentar la participación en las AMPAS. Creemos que es parte de nuestra responsabilidad como padres pensar nuevas maneras de intercambiar experiencias e ideas, ya que los organismos públicos y privados deben completar y prolongar – pero nunca reemplazar – la educación dada por la familia. Debemos ser capaces de crear proyectos ilusionantes e integradores, de tomar partido activa y positivamente para que este instrumento que tenemos a nuestra disposición sirva para ampliar y mejorar las posibilidades educativas que ofrecemos a nuestros hijos.
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